Controles médicos

Estar embarazada es un momento muy importante en la vida de las mujeres y requiere de algunos cuidados para evitar que surjan complicaciones, por eso, es importante concurrir al Centro de Salud durante el embarazo para realizar los controles periódicos.

Allí se abre una historia clínica por cada paciente y también se entregra el Carnet Perinatal, donde se anota el resultado de cada control: peso y talla, altura uterina, tensión arterial y vacunas aplicadas, entre otros datos. Este carnet acompaña a la embarazada durante todo el embarazo. La información que contiene es útil para el momento del parto y, luego, para los primeros controles del bebé.

Los controles del embarazo, desde el primer trimestre, permiten detectar o evitar muchos problemas para la mamá y el bebé, ya sea en el momento del parto como más adelante. Es importante preguntar a las 25 semanas si el corazón del bebé fue chequeado en los controles médicos.

Recomendaciones:

  • Lo recomendable es asisitir al Centro de Salud antes de quedar embarazada (si se trata de un embrazo planificado). Allí, se realizan algunos estudios y se otorgan suplementos para la mamá y el futuro bebé. 
  • Acercarse al Centro de Salud ante un atraso menstrual para realizar una consulta con el médico.
  • También es importante consultar al equipo de salud ante la presencia de signos de alarma (pérdidas; hinchazón marcada de piernas, manos, cara o pies; ardor al orinar; o si el bebé no se mueve durante el último trimestre).
  • No tomar medicamento no recetados, ni remedios caseros durante el embarazo.
  • Conservar el Carné Perinatal y llevarlo a todos los controles.

El 97% de las embarazadas que tienen a sus bebés en maternidades públicas realiza todos sus controles en el centro de salud.

¿Cada cuánto tiempo se realizan los controles?

Para un embarazo de bajo riesgo, se recomienda un mínimo de 5 controles, empezando desde el primer trimestre. Sin embargo, el médico evaluará cada situación y acompañará el proceso individual.

¿En qué consiste un buen control perinatal?

En cada control, el equipo de salud:

  • Pesa y mide a la embarazada.
  • Controla la presión arterial.
  • Le aplica las vacunas necesarias e indica suplementos vitamínicos y minerales.
  • Solicita análisis de sangre y orina, incluyendo diferentes test.
  • Mide la panza para controlar el crecimiento del bebé.
  • Escucha los latidos del corazón del bebé.
  • Controla que las piernas de la embarazada no estén hinchadas o si hay otras complicaciones.
  • Atiende y responde a las preguntas, dudas e inquietudes de la familia.
  • Examina el pecho y aconseja a la mamá sobre la futura lactancia.
  • La primera ecografía se realiza en forma temprana para confirmar la edad gestacional.
  • La segunda ecografía, en la segunda mitad del embarazo, permite controlar el crecimiento fetal y otros parámetros y el funcionamiento del corazón del bebe.

Es importante que durante el embarazo, las dos personas en la pareja se realicen exámenes de VIH.

Alta conjunta de madre y recién nacido

El consultorio de alta conjunta de madres y recién nacidos es una estrategia de promoción de la salud y de prevención. Consiste en una estrategia que podrá variar en cada maternidad, pero que tiene como fin: tratar temas que se relacionan con los cuidados de la mujer después del parto (incluyendo la importancia del control puerperal, signos de alarma, lactancia, nutrición materna, consejería en salud reproductiva y eventual entrega de métodos anticonceptivos) y de evaluar las condiciones del alta

En este espacio es posible evacuar todas las dudas que se le presenten a la mamá. También se conversa sobre el recién nacido (cuidados cotidianos, importancia de los controles del niño sano y de la pesquisa neonatal de enfermedades metabólicas, signos de alarma). Y se responde a las dudas e inquietudes de la familia.

Permite hacer de ese momento una despedida transitoria, ya que la madre y su hijo o hija seguirán controlándose en el futuro, con fines preventivos y educativos

En cada Centro de Salud funciona un consultorio de alta conjunta de madres y recién nacidos.

Alimentación

La dieta tiene que ser muy variada, incluyendo verduras, fruta, carne, pollo y pescado en porciones justas y equilibradas. No se recomienda a las pacientes embarazadas el pescado crudo, pero no por la toxoplasmosis, sino porque podría tener componentes que afecten al embarazo.

La mujer tiene que tener una ganancia de peso acorde al embarazo, habitualmente se habla de entre 9 y 12 kg. Si la paciente se encuentra por debajo de lo que debería aumentar, podría repercutir en forma directa sobre el crecimiento del bebé. Si la embarazada se mantiene dentro de estos parámetros, no es necesario que haga dieta. Para hacerla debe tener una indicación médica, producto de, por ejemplo, intolerancia a los hidratos de carbono, glucemia elevada, o un sobrepeso previo al embarazo.

Otro de los motivos por los cuales se podría indicar una dieta, es que la ganancia de peso sea superior a lo estipulado previamente. Si se supera la barrera de los 15 kg debería consultar a un nutricionista. Es importante resaltar que la embarazada no debe iniciar una dieta por su cuenta, ya que podría ser peligroso para el bebé. En la consulta nutricional le indicarán qué es lo que puede y lo que no puede comer.

Actividad física

La actividad física es ampliamente recomendada, ya que no sólo se queman calorías, evitando el aumento excesivo de peso, sino que el hecho de hacer gimnasia va a provocar una disminución de los dolores del embarazo. También favorece la relajación de los músculos del canal de parto.

Actividades indicadas:

  • Natación
  • Yoga
  • Pilates
  • Caminatas
  • Cinta
  • Bicicleta fija

Actividades contraindicadas:

  • Correr
  • Tenis
  • Todas aquellas relacionadas con el impacto

Todas estas actividades dependen de cada paciente en particular, y siempre están supeditadas a la aprobación por parte de su médico.

Relaciones sexuales

Las relaciones sexuales no están contraindicadas. En lo que respecta específicamente a la penetración vaginal, a veces el médico puede contraindicarlas si encuentra algún inconveniente. 

Viajes

Las embarazadas pueden viajar en avión sin problemas hasta la semana 32. A partir de ese momento no se aconseja realizar viajes largos, y luego de la semana 34 no deberían viajar bajo ningún punto de vista.

Distinta es la situación para viajes en autos u ómnibus, ya que por más que la paciente esté de 34 semanas, si no recibió ninguna indicación por parte de su médico, no tiene inconvenientes.

Por otro lado, es recomendable que las mujeres embarazadas utilicen repelente para los mosquitos, especialmente si van a visitar zonas tropicales y cálidas para prevenir diferentes enfermedades, especialmente el virus Zika que pude afectar al bebé. Del mismo modo, deben utilizar preservativos en sus relaciones sexuales ya que este virus también se transmite por esta vía.